Por Adiran Gómez (@Adiran_Gómez3)
A pesar de que los
inicios del conjunto rojiblanco no han sido buenos, el equipo dirigido por
Ernesto Valverde ha conseguido revertir la situación hasta el punto de
convertirse en uno de los equipos más en forma de la liga a día de hoy.
Tras proclamarse
campeón de la supercopa de España y solventar su clasificación para la fase de
grupos de la Europa League, el Athletic experimentó un pésimo arranque liguero
en el que tan sólo pudo conseguir 3 de los primeros 15 puntos. Cuatro derrotas
(Barcelona, Éibar, Villareal y Real Madrid) y una sola victoria (Getafe)
colocaban al conjunto bilbaíno empatado a puntos con el descenso.
No pintaban bien las
cosas para el “Txingurri” que a pesar de los malos resultados mantenía intacta
la confianza de todos. Pero las aguas comenzaron a volver poco a poco a su
cauce. Tras empatar en el derbi (0-0) y caer derrotado en su primera salida en
Europa (2-1 contra el AZ Alkmaar), siete son ya, los partidos consecutivos que
lleva el Athletic sin conocer la derrota entre Liga y Europa League (seis
victorias y un empate).
El gran juego
desplegado años atrás, vuelve a reinar en cada partido de los rojiblancos que
pasito a pasito, victoria a victoria, se encuentra ya en la 8ª posición (17
puntos) a dos puntos de posiciones de Europa League y a sólo cuatro de la
Champions, el objetivo.
Las expectativas de
este Athletic son muy altas y más si este juego y estos buenos resultados
prosperan. A pesar de que el conjunto del “botxo” tiene posibilidades reales de
conseguir el objetivo, no va a ser nada fácil.
Este año, parece que la
competencia va a ser mayor que nunca. Los a priori favoritos, Sevilla y
Valencia, están pasando más apuros de los esperados en liga, a consecuencia de
la factura que les está produciendo la propia Champions. A pesar de ello, no
hay que perderlos de vista.
A estos dos conjuntos
hay que sumar otros dos, dos de las grandes sensaciones de lo que va de liga,
Villareal y Celta. Los amarillos no son nuevos en esto y parece que este año
volverán a pelear por estar en la máxima competición continental. Los celestes
por su parte, son la gran revelación de la liga. Hasta hace una jornada eran colíderes
y peleaban jornada a jornada con los dos grandes de la liga por el liderato de
la misma. A pesar de caer de manera contundente en casa frente al Valencia y
dejar las posiciones cabeceras, no hay que perder el rastro de los pupilos de
Berizzo que pueden ser un hueso duro en la lucha por la codiciada cuarta plaza.
A día de hoy el
Athletic está intratable, pero habrá que ver si este rendimiento que ofrecen
los rojiblancos cada fin de semana, es tan sólo cuestión de una racha o
consiguen prolongarlo en el tiempo. La afición de San Mamés espera ansiosa
poder volver a repetir temporadas gloriosas como las vividas hace ya unos años
como aquella de las dos finales en la era Bielsa o la brillante clasificación
para la Champions, en el primer año de la vuelta de Ernesto Valverde al banquillo
rojiblanco.
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